ANÎMA- Crecí rodeado de relojes y joyas en la joyería de mis padres, viendo como creaban y reparaban todo tipo de piezas. Siempre me fascinaron los pequeños objetos y todo lo que había detrás de cada proceso y cada resultado. Aprendí ambas profesiones y aunque en un principio me enfoqué a la relojería, acabé haciendo joyas por la necesidad de jugar y crear. Comencé con la joyería cinética mezclando los conocimientos de ambos oficios. Pero delimitado por las limitaciones formales de lo cinético, decidí experimentar mas libremente con la fusión de los metales nobles, dejando de lado la precisión y aventurandome en una forma de trabajar mas primitiva e intuitiva, consiguiendo una mayor expresividad.