Al tener que denominar a las pequeñas esculturas no hemos podido sustraer usar palabras tan comunes como son arquitecturas, arqueologías, mesas, urnas y dinteles, laberintos o escaleras. La obra de Antoni Roselló abre con sencillez a la inteligencia y no pretende ser hermética. Si somos capaces de discernir entre lo impenetrable y el misterio veremos que el secreto es necesario para comprender que el contenido consiste y se confunde con la forma de estas cajas, de estas tablas, o urnas. Dispuestas en silencio en el interior de una vivienda serían aún capaces de recargar el espacio de sentido. (Antonio Armesto. Las formas de la utilidat. Texto del libro: "Antoni Roselló. Pintura, Escultura, Monumentos y utensilios" Ediciones del Bronce 1996