Las joyas de la artista Victòria Punsoda en el Itineràncies de la galeria Context-
En 2008 te graduaste en Diseño de Producto en la Escuela Eina de Barcelona y en la Università Politecnico di Milano. ¿Qué te llevó a interesarte por el diseño y creación de joyas?
Al finalizar los estudias en Diseño Industrial, la verdad es que me sentí un poco perdida. Diseño Industrial te ofrece un abanico de posibilidades muy amplio y no sabía en qué especializarme; sólo tenía claro que quería poder mimar desde el inicio la pieza y trabajarla con las manos hasta conseguir el resultado final. Decidí apuntarme a una colaboración para una propuesta de escaparatismo con la organización "Barcelona Activa". El mundo de los montajes efímeros siempre me había interesado: nuevas propuestas expositivas, mensajes a intentar transmitir con un buen impacto visual y una nueva escala de dimensiones suponían un nuevo reto que me atraía intentar, donde esta vez el diseño no sería de un objeto concreto sino todo un espacio. La colaboración fue un éxito y aprendí mucho, pero también sirvió para darme cuenta de que una escala tan grande no encajaba con mi voluntad de perfeccionismo y el grado de detalle tan minucioso con el que gusta mimar los diseños. Gracias a un consejo de mi profesora y coordinadora del curso, me decidí a probar en el mundo de la joyería; en donde aquel objeto de tamaño pequeño me permitiría modelar y crear desde cero, con todos los detalles y perfección que deseara. Em inscribí en el Colegio de Joyeros de Barcelona para poder aprender el oficio y el arte del astillera. Desde aquel primer día supe que este era mi mundo.
Al hablar de tu trabajo en joyería contemporánea, dices que buscas cambiar el concepto tradicional de la joyería fusionando el mundo artesanal con el industrial. Lo puedes explicar con más detalle?
Estudiando Diseño Industrial, un día descubrí una cita que desde entonces ha sido un referente para mí y que he intentado que fuera la base de mi trabajo: “Piensa en términos dinámicos, no te dejes llevar por el camino más fácil que es seguir las normas y las soluciones aprobadas. Actúa en perspectiva de una búsqueda continua, reune las fuerzas para ofrecer propuestas inesperadas y, además de tu lápiz, usa la cualidad por excelencia de los diseñadores: ¡la curiosidad!” "Los Joyeros tenemos un oficio y una técnica para ejecutarlo; pero hay que ofrecer al público propuestas diferentes, que atraigan interés y despierten sorpresa. Siempre hay un referente o clásico que funciona, pero el mundo industrial nos permite trabajar con más posibilidades de materiales y herramientas; conseguir fusionarlas con el mundo de la joyería es un reto que me fascina y en el que estoy volcada.
La experimentación con material reciclados, es una de las características de alguna de tus colecciones. Nos puedes hablar de la colección PÉTALOS?
Pétalos es el resultado de muchas horas de estudio e investigación para conseguir dominar un material como las escamas de pescado que, literalmente, están vivas y arrastran unos condicionantes biológicos como el olor y la humedad que no han hecho nada fácil su conversión a material de joyería. Conseguir secar las escamas y posteriormente teñirlas, ofreciendo incluso degradados de colores, ha sido un reto de lo que he aprendido muchísimo y donde he disfrutado montando y creando nuevos formatos con formas orgánicas completamente diferentes las unas de las otras.
Disfruto y sigo diseñando y trabajando en esta colección ya que creo todavía tiene mucho que dar. A día de hoy, estoy experimentando nuevos acabados y propuestas innovadoras.
En el año 2013 integras tu conocimiento en diseño y tu oficio en joyería, graduándote a la Escuela Elisava de Barcelona, en el Master en Diseño de Joyería Alternativa. De esta simbiosis surge la colección CUB 3, inspirada en las obras escultóricas de Eduardo Chillida y Jorge de Oteiza. ¿Qué nuevos retos te ha planteado esta colección?
La colección CUB3 fue todo un reto para mí. Chillida y Oteiza son unos grandes referentes y ya hacía tiempo que me planteaba una colección donde sus formas estuvieran presentes. Su perfección y exactitud, sin embargo, exigían trabajar con una precisión que manualmente no hubiera sido posible. Por este motivo decidí emplear la tecnología de modelado con programas 3D y un proceso de fabricación externo como la impresión 3D. Fue un gran cambio en mi estilo de entender la joyería. Era difícil no tener el contacto directo con la pieza durante el proceso de fabricación y tener que proyectarla en el ordenador y no poder trabajar con maquetas. Sin embargo, fue una experiencia muy enriquecedora. De hecho, no descarto en un futuro seguir trabajando en alguna colección con este proceso ya que te ofrece infinidad de propuestas y materiales sorprendentes diferentes a los de la técnica tradicional.
¿Qué nueva perspectiva te ha abierto la incorporación de nuevas tecnologías como el diseño 3D, en el diseño de tus joyas?
La incorporación de nuevas tecnologías como el diseño y la impresión 3D me han ofrecido una mayor perfección en las formas de mis joyas y rapidez en la fabricación para comprometerme a un mayor volumen de pedidos. Asimismo, esta tecnología me permite ofrecer las joyas en diferentes acabados y materiales para personalizarlas por mis clientes.
¿Qué temas, aspectos o proyectos centran ahora tu trabajo?
Me gustaría poder seguir trabajando en estas dos líneas: la de la experimentación, como pétalos, y la de las nuevas tecnologías con diseño 3D. Por un lado, quiero seguir investigando la línea iniciada con Pétalos para descubrir qué nuevos retos y posibilidades puede aportarme. Por el lado del 3D, quiero volver a trabajar con formas rectas y puras, muy diferente a las composiciones orgánicas que obtengo a Pétalos. Finalmente, también tengo una libreta llena de bocetos e ideas que sueño poder proyectar tarde o temprano. Se trata de una tercera línea donde trabajaré con piedras semipreciosas pero montadas de forma diferente y original, rompiendo con la estética tradicional. Con esto quiero conseguir dar una imágenes joven y desenfadada a un clásico más rígido.