Nos han hecho falta tres generaciones para hablar del asesinato del bisabuelo Ximo. El miedo hizo que la primera lo guardara en el silencio por dolor y para que no les pasara nada al resto de la familia. La segunda todavía lo tenía muy reciente y lo que hicieron fue escuchar algunos datos vinculados. Ahora, desde la tercera somos capaces de acceder a información y ponerle voz que a la vez, es la de toda la familia. Porque, ¿qué es la historia? Podríamos decir que es un desencadenamiento de sucesos que llevamos sobre los hombros. En este caso como si de un desencadenamiento de eslabones se tratara al que todavía le faltan unas cuantos. Poco a poco juntaremos, coseremos y le daremos forma. Abuela, madre y yo, en cierto modo tenemos ese compromiso: darle voz a la historia, abrir fosas e identificar cuerpos que un día nos arrebataron.